Parece que fue ayer cuando se hicieron estas fotos y sin embargo han transcurrido ni mas ni menos que setenta y un años, si, si, setenta y un años, he dicho bien y se dice pronto.
El tiempo transcurre mas deprisa de lo que uno quisiera. Al principio se deseaba ser mayor cuanto antes sin pensar siquiera en lo que se iba a perder y todo para poder imitar a los que eran menos jóvenes que yo; deseaba que el tiempo transcurriera mas rápido, para poder llegar mas tarde a casa, y no estar tan sujetos a las ordenes y horarios de los padres, salir con chicas, fumar algún que otro cigarro, tener un poco de mas libertad para disfrutar de la vida, etc, etc.
Hubo algún que otro deseos que nunca se llegó a cumplir pero este de ser mayor, este si se cumplió, ¡vaya si se cumplió! y ahora que ya somos mayores deseamos volver a ser como antes pero ese no se va a cumplir y conscientes de esa verdad solo podemos decir DIVINA JUVENTUD, esa juventud que solo se disfruta una vez.
